Cooperación internacional | Filantropía | Fundaciones | Iberoamérica / 23 Abril 2024
Más de 400 asistentes en el XVII del Encuentro Iberoamericano de la Sociedad Civil
Del 16 al 18 de abril, se celebró en la ciudad de México, en la universidad CENTRO, la edición XVII del Encuentro Iberoamericano de la Sociedad Civil (EISC), con el lema: “Colaboración con impacto”, organizada y liderada por el Centro Mexicano de la Filantropía (CEMEFI) con el apoyo de un nutrido grupo de entidades y organizaciones de la sociedad civil. La inclusión, el fortalecimiento de la democracia y la sostenibilidad fueron los ejes de los conversatorios en los que participaron más de 400 personas de organizaciones civiles, activistas, fundaciones, y organismos internacionales provenientes de 12 países, para analizar, vincular y elaborar propuestas para atender problemas comunes y urgentes.
En la reunión del Consejo Directivo de la Sociedad Civil Iberoamericana que tuvo lugar el día 15 de abril, en la Casa CEMEFI, se acordó que Ricardo Bucio (presidente ejecutivo de CEMEFI), será el nuevo presidente del Consejo. Asimismo, se acordó que la reunión preparatoria del siguiente EISC, se celebrará en Argentina, de cuya organización y convocatoria se encargarán la Federación de Fundaciones Argentinas (FEDEFA) y el Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE). El XVIII EISC tendrá lugar en Colombia y Venezuela, auspiciado por la Asociación de Fundaciones Empresariales y familiares de Colombia (AFE), por la Fundación Eugenio de Mendoza y SINERGIAS (Venezuela).
Durante tres días, integrantes de organizaciones civiles, activistas, fundaciones, y organismos internacionales provenientes de once países participarán en una agenda nutrida de conversatorios, paneles y conferencias; con el objetivo de analizar, vincular y elaborar propuestas para atender problemas comunes y urgentes.
“Una sociedad fuerte es una condición necesaria para un Estado fuerte. Iberoamérica tiene ante sí el reto de construir una democracia que conjunte armónicamente los mecanismos de elección representativa con los de una democracia participativa y una democracia socialmente responsable”, señaló Pilar Parás García, Presidenta del Consejo Directivo de CEMEFI, en la inauguración del XVII, en la que también intervinieron María do CEU Ramos, presidenta del Consejo Directivo de los EISC y del Centro Portugués de fundaciones, y Juan Andrés García, secretario ejecutivo del Consejo Directivo de los EISC y director de comunidad y conocimiento de la AEF.
“Se requiere una gran capacidad de adaptación y evolución de los actores tradicionales de la sociedad civil para enfrentar los nuevos desafíos en los nuevos tiempos. De modo que el Encuentro es de gran relevancia por la oportunidad de hacer propuestas y generar nuevas sinergias”, afirmó Parás García.
En las actividades se abordaron los retos de la colaboración para una Iberoamérica…
MÁS INCLUSIVA
Sigue siendo complicado enfrentarse al tema de la inclusión en los países iberoamericanos: “Aún se tiene que convencer a los tomadores de decisión de que la inclusión es necesaria, democrática y urgente. Basta de que las políticas públicas las hagan hombres iguales, blancos. En el diseño de políticas debe haber diversidad y hablar de diversidad es garantizar que las políticas públicas alcanzarán a todos. Las concesiones al status quo son mediocres por parte de los tomadores de decisiones”, advirtió Cassio Franca, secretario general de GIFE en Brasil.
“Es necesario cuestionar las estructuras de poder, cómo son y por qué se requiere la inclusión. La mayoría de los recursos destinados a la inclusión están en el norte del mundo, y pocas veces bajan a la zona sur, es preciso una decolonización de esos recursos, pensar en dónde se están poniendo y por qué”, cuestionó Mary Ángel García Ramos, directora ejecutiva de Women Enabled International México.
“Debemos construir un Estado y sociedad vibrante, dejar atrás el “caudillismo” y las tendencias mesiánicas” que hacen pensar que la solución a los problemas que aquejan a la sociedad llegará de fuera, en lugar de generarse al interior de la misma, señaló Roberto Patiño, Fundador de Mi Convive y Alimenta la Solidaridad, en Venezuela.
“El conocimiento es indispensable para combatir la marginación, pues la ignorancia es la mejor amiga de la exclusión”, aseguró Giovani Lepri, representante en México de ACNUR. Cada persona puede ser un motor de cambio si le proveemos las herramientas correctas. El problema es que la sociedad excluye casi de inmediato a quienes son diferentes, sin reconocer el potencial de sus aportaciones; porque la exclusión no solo la viven los migrantes, también las personas con discapacidad, los adultos mayores, etc.
MÁS DEMOCRÁTICA
El centro de la colaboración es la inteligencia colectiva, entendida esta como la captura de saberes y de recursos para dar respuesta a las necesidades de las personas. “Tenemos que rediseñar los mecanismos de gobernanza colaborativa, donde los distintos actores podamos tomar mejores decisiones, porque nadie lo sabe todo, pero todos sabemos algo”, señaló Matías Bianchi, director de Asuntos del Sur en Argentina.
Hay la necesidad de transformar las instituciones en lugar de revivirlas o crear otras, adaptarse a las nuevas expresiones de participación social que están surgiendo, como es el caso de los jóvenes, que en las últimas dos décadas han preferido sumarse a causas que, a organizaciones, usando la tecnología para su activismo, reconocer que el diálogo ha cambiado y la forma de dialogar también; aseguró Rosana Reguillo, del CIESAS México.
En esta tarea es necesario reconocer que la transformación llevará tiempo, pues son las mismas estructuras de poder las que obstaculizan los cambios. “Las fichas del tablero no se mueven, a menos de que sea insostenible. Sobre todo, porque es más fácil gobernar con una sociedad pasiva que con una activa”, señaló Ricardo Raphael, periodista y analista político mexicano.
Sin embargo, “un ciudadano es una persona que tiene capacidad de crear orden, no es posible ser ciudadano si no se está organizado”, recordó Bernardo Toro, asesor de la presidencia de la Fundación AVINA en Colombia. De ahí que el indicador de una sociedad pobre es la falta de organización de su sociedad civil; pues sin organización es imposible convertirse en actores sociales capaces de transformar realidades. “Así, el principal reto para la sociedad civil es generar organización”. “En el barrio, en la iglesia, en la escuela; es en la cotidianeidad donde hay que construir valores y comportamientos”, apuntó el filósofo colombiano.
Al hablar sobre democracia en México, el analista político Jesús Silva Herzog señaló que fue una “ingenuidad terrible” de los ciudadanos pensar que “ya se habían encontrado las coordenadas de la democracia” cuando hubo la transición del partido político en el poder, en el año 2000. Conviene aprender de los errores, pues la democracia es un proceso interminable, que requiere ser activado constantemente. “Pequeñas invasiones del poder autoritario se pueden ir acumulando y cambiar por completo las reglas del juego. La participación ciudadana debe estar presente en todos los ámbitos, y los mecanismos de participación, disponibles para todas las personas”.
MÁS SOSTENIBLE
El 80 por ciento de los migrantes climáticos son mujeres. Urge abordar la crisis climática con una visión de interseccionalidad y de género. Cuando la sociedad se está cayendo a pedazos, la red de cuidados nunca es suficiente, más aún si está soportada por mujeres, señaló Julia Martínez Díaz, activista social y ambiental, fundadora de la organización Tremendas, en Chile.
Las injusticias sociales se van a exacerbar más con la crisis climática. El 56 por ciento de los municipios en México ya eran altamente vulnerables a factores relacionados con el cambio climático, de acuerdo a un estudio que hizo la UNAM en 2013. Entonces, todas las personas tienen que “entrarle” a los temas climáticos, no solo los expertos, los ambientalistas o las juventudes. “No hay derecho al futuro si no hay justicia de por medio”, dijo Nora Cabrera, Directora de Nuestro Futuro en México.
Es imposible hablar de juventudes sin una niñez segura. No es posible pensar en que los jóvenes pueden construir un mejor futuro si ni siquiera han tenido derecho a un presente. Pensar en cómo apoyar a los jóvenes tiene que ser un proceso que contemple sus condiciones desde cuando está en el vientre materno hasta que se vuelve un joven capaz de decidir su propia vida, dijo Diane Pereira Sousa, presidenta de Fundación Instituto de Baixada en Brasil.
La colaboración para la sostenibilidad solo funcionará cuando haya reglas. De ahí que la cooperación comunitaria sea exitosa, independientemente de la causa que haya movido a la organización de las personas. “Porque la colaboración en una comunidad se asume como lo que te toca, y no como un voluntariado. Entonces la colaboración para la sostenibilidad no es tiempo extra. Cuando la colaboración se normalice desde lo local, se obtendrán resultados rápidos. Las necesidades y la dinámica social, además de la ebullición global exigen “romper el molde”, cambiar las instituciones si estas ya no responden a las necesidades, aseveró Martín Toc, director de la Asociación Xeiprojuve, en Guatemala.
Es urgente una educación en la sostenibilidad en todos los niveles. No basta con enseñar el concepto en las universidades, se requiere una reconfiguración del sistema educativo, formar a los profesionistas que el Planeta necesita y formar a los nuevos egresados en las áreas que son indispensables para empujar una nueva economía, que transite de la visión extractiva de la naturaleza a la regenerativa; señaló Eduard Müller, rector de la Universidad para la Cooperación Internacional, en Costa Rica. La vida comienza en el suelo. Entonces hay que formar profesionistas que puedan cooperar y accionar a favor de la vida, montar programas en los países para trabajar conjuntamente. Una transversalización de las políticas públicas en el mundo permitiría avanzar hacia la transformación.
COLABORAR CON IMPACTO
Otto Scharmer, presidente fundador de The Presencing Institute, en Estados Unidos, impartió una conferencia sobre liderazgo consciente. Explicó que la esencia del liderazgo es la capacidad de verse a sí mismo, sentirse y cambiar el futuro. En nuestras sociedades, nos hace falta a nivel organizativo, mecanismos que nos permitan sentirnos y vernos a nosotros mismos. Esta capacidad de sentir la posibilidad, de adentrarse y de hacer que esta posibilidad se manifieste en la realidad es la esencia del liderazgo, es la capacidad de sentirlo y traerlo al momento actual. Un liderazgo consciente es aquel en donde podemos mejorar la calidad de las relaciones en el sistema; comenzando por mejorar la conciencia de cada integrante.
Para ello es fundamental prestar atención a la fuente, al origen de las cosas, en lugar de solo reaccionar ante ellas. Esta capacidad de escuchar con la mente y el corazón abierto es la parte invisible de un diálogo, es la capacidad de reflejar las ideas preconcebidas y poder cambiar las ideas del futuro, transitar del debate al diálogo regenerativo. Se trata de no reaccionar ante lo ya conocido y acercarnos a la fuente de las realidades que dan forma a los ambientes de futuro.
Si escuchamos, si podemos cambiar la calidad de las relaciones será posible transitar de una relación “de ego a eco”, y de un comportamiento “extractivo a uno regenerativo”. Pero lograr una transformación requiere hacerlo a gran escala, no podemos hacer estos cambios sin una estructura de apoyo que soporte estos procesos.
“Si no invitamos a la gente a participar no podemos conocer el potencial dormido en nuestros países, debemos generar estas estructuras para que esto sea posible”. Es necesario ver la imagen como un espejo colectivo ¿dónde está la energía personal y la energía de mi organización? ¿Hacia dónde vemos? Esto permitiría identificar los desafíos que se presentan, pensar en cuál debiera ser nuestro enfoque e idear cómo llevar nuestra atención a una misma intención.
CLAUSURA
En los mensajes de cierre, Manuel Arango, presidente honorario y fundador de CEMEFI hizo un fuerte llamado a la sociedad civil a defender permanentemente la democracia de nuestros países. “Debemos evitar la pasividad y la indiferencia, para evitar que los espacios de participación sean ocupados por otras personas”. ” Ésta es la era de la ciudadanía, para el equilibrio del sector económico y del gobierno. Somos el actor más importante y hay que actuar permanentemente, construir la democracia todos los días, activarte, quejarte, proponer”, enfatizó.
Juan Andrés García, secretario ejecutivo de los EISC y director de conocimiento y comunidad en la Asociación Española de Fundaciones, anunció que la próxima sede del encuentro serán Colombia y en Venezuela, países que compartirán el compromiso de la organización junto con Ricardo Bucio Mújica, presidente ejecutivo de CEMEFI y nuevo presidente de los Encuentros Iberoamericanos de la Sociedad Civil. Y recordó que continuarán los “Diálogos Improbables de los EISC”, guiados y liderados por Leonor Esguerra y Léo Voigt.
EISC es un foro donde se reúnen los líderes de las principales fundaciones y organizaciones de la sociedad civil de Iberoamérica, así como empresarios y funcionarios públicos interesados en la promoción de la cultura de la solidaridad y de la participación ciudadana.
En las 17 ediciones que se han celebrado hasta el momento (Cáceres, Guadalajara (México), Río de Janeiro, Buenos Aires, Cartagena de Indias, Barcelona, Sao Paulo, México, Guayaquil, Rosario, Madrid, Puebla, Caracas, Lima, Santa Cruz de la Sierra, Lisboa, Ciudad de México) se han dado pasos importantes para profundizar en el conocimiento y para estrechar las relaciones de las instituciones del tercer sector, y se ha ampliado el número y la naturaleza de las instituciones participantes.
El consejo directivo de los EISC es una red de redes de organizaciones representativas de la sociedad civil de intercambio, reflexión y colaboración, en la que confluyen los líderes de las principales fundaciones y organizaciones de la sociedad civil de Iberoamérica, así como empresarios y funcionarios públicos interesados en la promoción de la cultura de la solidaridad y de la participación ciudadana. Es un foro consolidado y en proceso de expansión que está sirviendo para avanzar hacia una cada vez más intensa y extensa comunicación en el ámbito del tercer sector, una vía de intercambio entre las iniciativas de la sociedad civil y de la filantropía europea e iberoamericana.